A pesar del contexto económico tan negativo que nos rodea y de las adversidades que supone este contexto para las empresas de este país, se está demostrando que la principal fuente de crecimiento es y debe ser la exportación. En este sentido debe subrayarse que el crecimiento y asentamiento en estos últimos años de nuestras exportaciones está probando que las empresas españolas son más competitivas de lo que podía parecer en principio, y más en un entorno donde la moneda supone una carga competitiva a nivel de precios fuera de la Unión Europea. Esta empresa siempre ha creído en el lema “para crecer debe pensarse a escala global”.
Uno de los sectores que más cumple con esta premisa es el sector de las bebidas alcohólicas, encabezado como no, por el sector vitivinícola. Es cierto que al igual que sucede con los demás sectores, el principal cliente de las empresas productoras de cualquier tipo de alcohol tiende ser el mercado interior aunque haya disminuido en los últimos años, la tendencia de exportar ha aumentado. Así, comparando los datos desde el año 2008 hasta la actualidad, podemos deducir que tanto el vino, como la cerveza y las bebidas derivadas (whisky, ron, ginebra…) han aumentado paulatinamente sus ventas en el extranjero. Por ejemplo el vino, con un total de operaciones aproximadas de 160.000 en 2008 ha ido aumentando en 8 % de media hasta la actualidad. También cabe resaltar el alto crecimiento que está viviendo el mercado de las bebidas derivadas al incrementar un 13% de media las exportaciones desde el 2008. Por último destacar que la cerveza ha aumentado ligeramente sus registros estos últimos años en un 8% de media.
Es importante acentuar como las empresas tienden a adaptarse a las necesidades del cliente, así por ejemplo, están creciendo las exportaciones a Japón de cerveza sin alcohol al utilizarlo para reuniones empresariales ya que lo consideran como un acto social y de cordialidad entre empresas. También crecen las exportaciones de productos sin alcohol en los países musulmanes debido a las restricciones que implanta su religión sobre el alcohol. Otro sector creciente son las elaboraciones de la gama Premium o artesanales que dan un punto de calidad y personalidad al producto.
Como dato curioso subrayar por último, los principales países importadores de nuestras bebidas alcohólicas estos últimos años. Estados Unidos y Alemania son los más amantes de nuestros vinos, Andorra y Guinea Ecuatorial de nuestras cervezas y Rusia y Méjico de nuestras bebidas derivadas.