Desde la aparición de Internet, el sector financiero se ha ido adaptando a las necesidades y circunstancias de su entorno, esta adaptación se ha convertido en todo un reto por el imparable desarrollo tecnológico y el consecuente nacimiento de las empresas fintech. Éstas ofrecen servicios financieros a través de plataformas tecnológicas con el objetivo de optimizar tanto procesos como costes. Plataformas de pagos, de financiación, de cambio de divisa, de inversión y de gestión del riesgo de crédito son las principales en este sector, sin embargo en cada caso existen multitud de opciones paras las empresas consumidoras de servicios financieros. De hecho, actualmente en España existen hasta 300 empresas que dan este tipo de servicio ocupando a más de 3.500 empleados.
Desde el Departamento Financiero, conocedores de esta realidad cambiante, asumimos el reto de estar al día de las alternativas priorizando la seguridad y la rigurosidad en cada uno de los procesos que puedan aportarnos una mayor eficiencia. Es por eso que seguimos con atención, desde hace ya un tiempo, este panorama tan amplio como novedoso que promete cambiar lo conocido hasta ahora.
Comprometidos con la innovación como mejor vía para mejorar estudiamos y analizamos la posibilidad de incorporar los servicios de una fintech para aumentar la eficiencia en la operativa con divisas. Para ello consideramos varias opciones y finalmente hemos contratado los servicios de una reputada fintech especializada en FOREX tras comprobar que sus procesos y garantías son compatibles con la política de seguridad y rigurosidad del Grupo. Además de ganar en agilidad y trasparencia sus precios son realmente competitivos hasta el punto de que calculan un ahorro potencial del 65% anual respecto a las comisiones bancarias estándar. Sin duda ha sido una experiencia importante que ha permitido mejorar nuestra estructura de costes
La aparición de las fintech supone una amenaza para el negocio tradicional de los bancos. Éstos han aceptado claramente el reto e invierten para no quedar fuera de un sector aceleradamente cambiante. Es fácilmente imaginable que esta convivencia entre gigantes tecnológicos y bancos será una realidad en un futuro cercano. A priori, el mayor beneficiado: el consumidor, que gozará de mayor productividad y eficiencia en sus procesos y transacciones.