La nueva ruta de la seda resurge después de más de 1.000 años gracias al impulso de China, que ha vuelto a poner en marcha sus distintos ramales para seguir expandiendo sus productos por todo el mundo. Con la nueva Ruta de la Seda, China se ha convertido en menos de una década en el promotor de un nuevo modelo económico mundial. De recibir ayuda del Banco Mundial y del Banco Asiático de Desarrollo en los 80, ha pasado a ser el país que concede más préstamos que el Banco Mundial.
El macro proyecto bautizado como One Belt, One Road (Un cinturón, Una carretera), denominado OBOR es la nueva Ruta de la Seda del Siglo XXI para China. El proyecto consiste, en esencia, en un mega plan de infraestructuras trazado a base de grandes cifras económicas. Se calcula que implicará una inversión de 8 billones de dólares y que conectará a cerca de 68 países (aproximadamente el 63% de la población mundial).
Como parte de la inversión prevista, destacaríamos cuatro grandes proyectos de la mayor iniciativa mundial de desarrollo de infraestructuras.
Yiwu (China) – Madrid: la línea férrea más larga del mundo
Desde que se inaugurara en 2011, por el Nuevo Puente Terrestre Euroasiático se han realizado un total de 6.235 viajes, que atraviesan 12 países, conectando 35 ciudades chinas y 34 europeas.
Junto al transporte marítimo de mercancías, que sale desde el cercano puerto de Ningbo, Yiwu cuenta con nueve líneas ferroviarias que, además de España, llegan a Kazajistán, Irán, Rusia, Bielorrusia, Letonia, Polonia, República Checa, Alemania, Italia, Francia e Inglaterra.
Con respecto al barco, que llega a tardar hasta un mes, el tren YXE (Yiwu-Xinjiang-Europa) ofrece la ventaja de reducir el viaje a 17 días, pero en su contra juega que es bastante más caro llegando a triplicar el coste de marítimo.
Actualmente el transporte ferroviario no puede competir con el barco ya que presenta limitaciones de espacio, adicionales a los despachos aduaneros, la calidad de las vías y su distinto ancho, que cambia entre China y Kazajistán, entre Bielorrusia y Polonia y entre Francia y España.
El Gobierno chino ha trazado un mapa en el que se conectan cuatro continentes Asia, Oceanía Europa y África – por vía terrestre, a través de carreteras y ferrocarril, y por vía marítima, mediante oleoductos y gasoductos, para crear y mejorar las relaciones comerciales entre los casi 70 países que participarán en el proyecto y también sus compañías.
Puerto de Gwadar en Pakistán:
El Corredor Económico China-Pakistán es la mayor apuesta de la iniciativa OBOR. El gobierno chino tiene previsto invertir cerca de 38.000 millones de euros en proyectos que se extenderán hasta 2030. Cuando esté terminado se convertirá en la principal ruta comercial de China con el resto del mundo.
Al ser un puerto de aguas profundas, Gwadar se convertirá en la segunda base naval fuera de China, se refuerza así la estrategia china de desplegar nuevas posiciones navales fuera del área de Asia-Pacífico.
Planteado como la alternativa terrestre en Asia Central al estrecho de Malaca, durante siglos la ruta principal y vía por la que transita el 80% de todo el suministro de petróleo mundial.
Al estar financiado todo el proyecto por empresas estatales chinas, el gigante asiático tiene el derecho de operación del puerto de Gwadar durante los próximos 40 años.
El puerto de El Pireo: enclave estratégico en el Mediterráneo
El puerto de El Pireo, Grecia, es otro de los grandes hitos de OBOR, conectando la ruta marítima con el interior de Europa por vía férrea evitando de este modo el trayecto por Gibraltar para llegar a los puertos de Rotterdam y Hamburgo, principales hubs del Norte de Europa.
La compra en 2016 de la participación mayoritaria del 67% del puerto de El Pireo por parte de la empresa estatal China Ocean Shipping Company (COSCO), ha sido el gran exponente del proyecto, convirtiendo a Grecia en el punto estratégico de OBOR en el Mediterráneo.
El desarrollo del puerto sigue el mismo patrón que en Pakistán: utiliza mano de obra traída desde China y cuenta con medios técnicos fabricados en origen.
Desde China a Indonesia: alta velocidad por el Sureste Asiático
Se creará una nueva y moderna red de vías férreas que conecten Kunming, en la región occidental de China, con los principales núcleos de población del Sureste Asiático, donde residen más de 600 millones de habitantes.
Entre los proyectos más emblemáticos figura la conexión de China, Laos y la zona norte de Tailandia en alta velocidad a través de 873 kilómetros. Tras dos años de reuniones, la primera fase de 250 kilómetros entre Bangkok y Nakhon Ratchasima estará lista para 2021.