Los fabricantes de componentes del automóvil están tratando de llegar a un acuerdo avanzándose al TTIP para así armonizar toda la regulación concerniente a la industria automovilística a un nivel mucho más global, asegurando que ayudará y relajará el proceso final de las negociaciones de este enorme y relevante tratado de comercio.
Los representantes de la Industria Automóvil de los Estados Unidos y de la Unión Europea objetan ante alguno de los resultados del estudio que ellos mismos encargaron a dos institutos de investigación independientes con la esperanza de demostrar que las normas de seguridad automotrices a ambos lados del Atlántico para la resistencia al impacto –o cómo un coche protege sus ocupantes ante una colisión- y para la prevención de accidentes, son equivalentes. Sin embargo, los resultados sugieren que el estudio no cubre en la medida de lo esperado las demandas de equivalencia funcional de los representantes de la industria.
No obstante, la alianza automotriz ha encargado otro estudio sobre los beneficios económicos de la equivalencia funcional de las normas de seguridad con las empresas de automóviles, y no es de extrañar entonces que los fabricantes de piezas de automóviles hayan decidido tomar un camino distinto en la cooperación regulatoria de la industria automóvil en el contexto del Transatlantic Trade and Investment Partnership – TTIP buscando que se adelante la armonización normativa a nivel global mediante conferencias y presentaciones como la de las Naciones Unidas “Working Party 29” –fórum donde los países de todo el mundo discuten y adoptan reglamentos técnicos mundiales.
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