El Corredor Mediterraneo avanza pese a algunos contratiempos con los que se ha encontrado recientemente. Prueba de ello es la licitación de los distintos tramos en los últimos meses para la ejecución del tercer carril.
Gracias a los esfuerzos de los diferentes agentes tales como puertos, asociaciones empresariales, patronales y cámaras de comercio así como la intermediación del Gobierno Central con la Comisión de Transporte e Industria del Parlamento Europeo se han logrado notables avances para que los Corredores Mediterráneo y Atlántico hayan sido incluidos dentro de la red de los 10 corredores ferroviarios prioritarios europeos. Bruselas avala así los ambiciosos planes de España, que se convertirá en la puerta de las mercancías asiáticas para toda la Unión Europea.
El ejecución del tercer carril es la solución que permite que con una sola vía circulen trenes de dos anchos y es una condición necesaria para el crecimiento económico, apoyado en al trafico de mercancías entre Asia y el centro y norte de Europa al permitir que los puertos del corredor estén conectados con el ancho europeo.
Los corredores ferroviarios están formados por una red de líneas (alta velocidad, línea convencional y línea de mercancías) que permitirán transportar mercancías en tren de una punta a otra de la Unión Europea conectando los principales puertos y nodos logísticos.
Si tenemos en cuenta que el desarrollo de unas infraestructuras adecuadas constituye un elemento fundamental en el desarrollo y competitividad de los territorios, los corredores ferroviarios se posicionan como uno de los proyectos de mayor envergadura llevados a cabo dentro de la Unión Europea. En un entorno cada vez más globalizado, esta red permitirá un flujo de mercancías más fluido entre España y el resto de Europa. Para nuestro país es fundamental de cara a las exportaciones agroalimentarias ya que la agilidad en el transporte de los productos perecederos impulsaría el sector agrícola. El sector turístico también se verá beneficiado cuando los pasajeros reduzcan su tiempo de viaje de forma considerable.
El sector privado prioriza la conectividad efectiva entre zonas logísticas y los puertos con los corredores Mediterráneo y Atlántico, situando siempre esta infraestructura en un entorno multimodal, y reclamando, además, un cambio que haga posible una gestión óptima de las vías.
La transferencia de tráfico por carretera al ferrocarril ahorrará tiempo y reducirá las emisiones de CO2 a la atmósfera. También aminorará los índices de siniestralidad que se registran en estas vías.
Arola viene apostando desde hace unos años por una logística responsable. Recientemente, hemos desarrollado una herramienta que calcula la huella de carbono del transporte de mercancías de nuestros clientes con el fin de encontrar rutas alternativas más sostenibles. En esta línea, los corredores ferroviarios serán una interesante alternativa de transporte de mercancías tanto por las ventajas que puedan ofrecer a nivel de costes como por su un menor impacto sobre el clima.
