Los depósitos aduaneros permiten a las empresas ser más eficientes y competitivas en sus operaciones de comercio internacional. Las principales ventajas del uso del depósito aduanero son acortar los tiempos de estancia en puertos, un considerable ahorro n costes, mayor flexibilidad y ganar eficacia y seguridad en el movimiento de sus mercancías.
Hoy en día, en un mundo marcado por la globalización y por los grandes movimientos de mercancías y las demandas de mercado, es totalmente necesario ser lo más eficiente posible en las operaciones de comercio internacional.
Cuando se realiza una importación es imprescindible tener en cuenta los conceptos y requerimientos necesarios para suprimir los conocidos “cuellos de botella” y evitar las pérdidas de tiempo y económicas.
Los regímenes especiales y sus ámbitos de aplicación se deben tener muy presentes para agilizar la entrada de mercancías y sus autorizaciones previas como recoge el artículo 211 del Reglamento (UE) 952/2013 del Código Aduanero de la Unión (CAU).
Los ámbitos de aplicación de los regímenes especiales que se enumeran en los artículos 210 son:
“Las mercancías podrán incluirse en cualquiera de las siguientes categorías de regímenes especiales:
- a) el tránsito, que incluirá el tránsito interno y el tránsito externo.
- b) El depósito, que incluirá el depósito aduanero y las zonas francas.
- c) El perfeccionamiento, que incluirá el perfeccionamiento activo y el perfeccionamiento pasivo.”
Para las empresas que habitualmente importan mercancías de terceros países la figura del depósito aduanero es en muchos casos indispensable. Por ejemplo, para las que realizan descargas de granel en terminales portuarias y, principalmente, para aquellas que se dedican a la descarga de granel líquido. Si no disponen de depósito aduanero, deberán vincular sus descargas al mismo y realizarlas a tanque vacío.
Otro ejemplo de cómo un depósito aduanero permite ser más competitivo en el en el mercado internacional es el de aquellas empresas que precisan introducir la materia prima de un tercer país, transformarla bajo el amparo de una autorización de perfeccionamiento activo y exportar el producto resultante. Con un depósito aduanero ganarían en seguridad y flexibilidad en la realización de las operativas.
El depósito aduanero también proporciona un ahorro financiero importante para las empresas que habitualmente importan mercancía grabada con aranceles de terceros países para transformarla o no y comercializarla en el mercado doméstico. El depósito aduanero les ofrece la posibilidad de despachar a consumo tan sólo aquellas mercancías que tengan que poner a disposición de sus clientes.
También les facilita poder hacer acopio de mercancías sin el devengo de impuestos, aprovechando campañas, compras a mejores precios por excesos de producción, ofertas con calidades interesantes, etc. Además, este remanente de mercancías también les permite optar a contingentes arancelarios que se abren a primeros de año y tienen cupos limitados que se agotan rápidamente y se conceden por orden de llegada, es decir, por orden de solicitud. Y la solicitud se realiza con la presentación del Documento Único Administrativo (DUA).
El depósito posibilita además ciertas manipulaciones de acondicionamiento como el etiquetado, que es muy útil para la comercialización de mercancías de terceros países que pretendan comercializar en otros destinos, como puede ser Oriente Medio.
En definitiva, el uso del depósito aduanero aporta ventajas competitivas sobre otros operadores que no lo son, facilita las operaciones de comercio internacional e incrementa la competitividad de las empresas.
Además, la combinación con otro régimen especial posibilita todavía una mayor seguridad en el comercio internacional.