El medio ambiente, el cambio climático, el calentamiento global y los ecologistas reclaman necesidades normativas y directivas para poder integrar los requisitos ambientales en la política de transportes.
En esta línea, los legisladores de la Unión Europea han establecido recientemente un acuerdo informal sobre la Propuesta del Reglamento para la monitorización, reporte y verificación de las emisiones de CO2 (Reglamento MRV) en el transporte marítimo, persiguiendo un nuevo sistema que estaría operativo en el año 2018. Uno de los temas actuales más discutidos es que el reglamento europeo exigirá a las navieras que lleven información relacionada con la carga, además de los datos sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la distancia de navegación.
El vínculo entre el comercio y los servicios de transporte suscita preocupaciones en cuanto al papel del comercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los intercambios internacionales de mercancías exigen una expansión del comercio internacional dando lugar a una mayor utilización de los servicios de transporte. En este sentido, se muestra especial atención, a las posibilidades y mejoras en los vehículos eléctricos y una necesidad del uso intermodal del transporte de larga y media distancia.
Por un lado, The European Community Shipowner’s Associations, ECSA, ha reclamado a la Unión Europea que vuelva a centrarse en la necesidad en que la nueva normativa medioambiental se logre a un nivel internacional estableciendo un instrumento simple, directo y sin obstaculizar la labor internacional, allanando hacia medidas globales de competitividad y protección ambiental.
Bajo la apuesta de “cooperar a nivel mundial, contribuir a la reducción de emisiones contaminantes, colaborar con las empresas y apoyar a la innovación”, las Administraciones públicas impulsan acciones que estimulen la innovación e impulsen el avance hacia una movilidad cada vez más sostenible. En esta línea, las Tics permiten particularmente en la logística urbana, optimizar los costes y dotar de inteligencia a las infraestructuras de carga y descarga.
El objetivo de los reguladores de la Unión Europea ha sido hacer de la Propuesta del Reglamento MRV una solución global sobre las emisiones de CO2 del transporte marítimo evitando una acción unilateral de esta y preparar el camino hacia una solución que englobe todas las regiones del mundo para garantizar el máximo respeto al medio ambiente.
La estrategia subraya algunas medidas que ya se aplican a escala comunitaria, pero insiste en la necesidad de seguir actuando en ámbitos como: prevenir o eliminar los efectos negativos del aumento del tráfico, fomentar el transporte intermodal y el combinado, así como los modos de transportes menos perjudiciales para el medio ambiente (especialmente el transporte ferroviario y fluvial), proseguir la investigación y desarrollo tecnológico, especialmente para reducir las emisiones de CO2 y concienciar al público y a la industria del automóvil sobre la forma de reducir las incidencias del transporte en el medio ambiente.
Grupo Arola
