La madrugada del pasado lunes 2 de mayo Greenpeace Holanda hizo públicos los documentos secretos del TTIP con el objetivo de proporcionar la transparencia necesaria y desencadenar un debate en la UE sobre el TTIP y sus repercusiones para el medio ambiente, el clima y los intereses del ciudadano. Algunos detractores del TTIP afirmaron que “estos documentos reflejan la magnitud y el alcance del intento de los Estados Unidos y la Unión Europea de anteponer los beneficios empresariales a los intereses de la ciudadanía”.
En esta misma línea, Greenpeace indica que las protecciones medioambientales de larga tradición en la UE parecen haber desaparecido en las negociaciones del TTIP. La omisión de notas regulatorias sobre la protección del clima en referencia al acuerdo COP21 de Paris en las negociaciones del TTIP sugiere que ambas partes están creando un acuerdo que sitúa los beneficios económicos por encima de la vida, la salud y el medio ambiente.
Así mismo, añaden que ninguno de los capítulos en el TTIP hace referencia a la regla de Excepciones Generales del acuerdo del GATT de la OMC que permite a los Estados regular las reglas de comercio para proteger a los seres humanos, la vida animal y vegetal o la salud o bien para la conservación de los recursos naturales no renovables.
En esta misma perspectiva, la UE manifestó la no conformidad, bajo ninguna circunstancia, de una rebaja en la regulación de estándares en cuestiones de seguridad alimentaria (la facilitación de la entrada masiva de transgénicos desde los Estados Unidos), la protección al consumidor, al medio ambiente y a la privacidad del ciudadano.
Por otro lado, son varias las críticas que el TTIP ha recibido por poner por encima los intereses empresariales a los de los ciudadanos. Los oponentes al tratado manifiestan que la aprobación de este está en manos de las grandes corporaciones como son las multinacionales que funcionan exclusivamente para los beneficios del capital empresarial.
No obstante, la respuesta inmediata por parte de los partidarios del TTIP indican que el hecho de aplicar la Ley del Buy American, donde se obliga a las empresas a tener todos sus suministros en EEUU para participar en los concursos públicos y si se abre la posibilidad de importarlos serán las PYMES europeas que forman parte de la cadena de proveedores de las multinacionales, podrán beneficiarse por completo del mercado americano; provocando un crecimiento adicional del PIB de la UE del 0,5% anual.
De momento, la filosofía de las negociaciones seguirá su curso que es el de avanzar en los puntos de unión y aplazar hasta el final los temas que crean fricciones.
Grupo Arola
